Trastornos alimenticios
¿Qué son
los trastornos alimenticios?
Es un conjunto de síntomas, conductas de riesgo y signos
que puede presentarse en diferentes entidades clínicas y con distintos niveles
de severidad; no se refiere a un síntoma aislado ni a una entidad específica
claramente establecida.
Principales trastornos alimenticios
Anorexia
Se caracteriza por una gran reducción de la ingesta de
alimentos indicada para el individuo en relación con su edad, estatura y
necesidades vitales. Esta disminución no responde a una falta de apetito, sino
a una resistencia a comer, motivada por la preocupación excesiva por no subir
de peso o por reducirlo.
Bulimia
El consumo de alimento se hace en forma de atracón,
durante el cual se ingiere una gran cantidad de alimento con la sensación de
pérdida de control. Son episodios de voracidad que van seguidos de un fuerte
sentimiento de culpa, por lo que se recurre a medidas compensatorias
inadecuadas como la autoinducción del vómito, el consumo abusivo de laxantes, diuréticos
o enemas, el ejercicio excesivo y el ayuno prolongado.
¿Quiénes los padecen?
Se inician o presentan principalmente en adolescentes y
púberes; muy probablemente, las personas de mayor edad que los padecen
iniciaron conductas sintomáticas en esta etapa de su vida. Las edades de
aparición o de inicio del trastorno van desde los 12 hasta los 25 años y la
frecuencia aumenta entre los 12 y los 17. La expansión de los padecimientos ha implicado también su
aparición en edades cada vez más tempranas.
Los trastornos alimenticios se presentan tanto en hombres
como en mujeres aunque la cantidad de mujeres que los padecen es muy superior a
la de hombres.
¿Por qué se presentan los trastornos
alimenticios?
Si bien es cierto que no se ha establecido una etiología
específica para los trastornos alimenticios, se afirma que su causalidad es
multifactorial y abarca una multiplicidad de elementos que se combinan y
acumulan de manera específica en ambientes diversos y en un momento evolutivo
particular –la adolescencia- de las personas que los padecen.
En el terreno psicológico se entiende que los trastornos
alimenticios son síntomas de asuntos subyacentes relacionados con conflictos
emocionales. La alimentación trastornada constituye para quienes la presentan
formas de nutrirse o protegerse, de expresar ira, de autocastigarse, apaciguar
tensiones insoportables, distanciarse de situaciones dolorosas y hasta crear
una identidad. Ello se manifiesta en expresiones como las siguientes.
-“Comer me calma,
me tranquiliza...”
-“Estoy en mi
propia cárcel. No me importa lo que
-Digan los otros,
me he sentenciado a la delgadez”.
-“La comida no me
contesta ni me exige nada”.
-“Después de
purgarme me relajo”.
-“Me siento exitosa
cuando bajo medio kilo”.
Multifactorialidad de los trastornos de la conducta alimentaria
Causas individuales
-Carencias y conflictos personales
-Baja autoestima
-Sensación de descontrol
-Socialización perturbada
-Insatisfacción con la imagen corporal
-Perfeccionismo y autocastigo
-Conflictos con la sexualidad
-Sentimientos de inadecuación y vacío
Desafíos de la adolescencia
-Cambios en la silueta
-Proceso de independencia
-Establecimiento de nuevas relaciones
-Presiones escolares
-Desarrollo de la identidad
Contexto sociocultural
-Ideal de belleza: delgadez
-Belleza: determinante de la feminidad (mujeres)
-Cultura ripofobia.
Contexto familiar
-Conflictos parentales y familiares
-Crianza inapropiada
-Psicopatología de los padres
-Abuso físico, sexual o
psicológico
-Preocupación familiar por el peso
Conductas de inicio
-Dietas
-Atracones
-Ejercicio excesivo
¿Cómo se detectan los trastornos alimenticios?
Señales físicas:
En el caso de la
anorexia, el primero y el más visible es la continua y prolongada reducción de
peso, que puede conducir a la delgadez extrema y a la desnutrición; ésta se
refleja en la piel reseca y con color grisáceo o amarillento, las uñas
quebradizas, el debilitamiento o la caída del cabello, la intolerancia al frío
y la persistencia de bajas temperaturas en pies y manos, que adquieren un color
morado.
La bulimia es más
difícil de detectar porque los atracones y las compensaciones se hacen en
secreto y no derivan necesariamente en una continua pérdida de peso. En el caso
de quienes vomitan es necesario buscar signos físicos acompañantes como lesiones
o pérdida del esmalte dentario, escoriaciones en las articulaciones
interfalángicas de aquellos dedos utilizados para provocar el vómito.
Señales psico-sociales
Las personas con
trastornos alimenticios se aíslan socialmente, se vuelven irritables, se
sienten culpables o están malhumoradas. La ansiedad, la impulsividad y la
inestabilidad emocional son rasgos predominantes en quienes padecen bulimia. A
veces estas sensaciones se exacerban cerca de las horas de comida.
¿Cómo afectan a
la salud física los trastornos alimenticios?
Los problemas
cardiacos van desde las arritmias, debido al abuso de medidas evacuativas,
hasta la disminución del tamaño de las cavidades del corazón, disfunciones de
las válvulas cardiacas, baja presión arterial y mala circulación. Hay un alto
índice de mortalidad, que va en aumento, debido a problemas cardiacos como
consecuencia de trastornos alimenticios. Por ello se recomiendan
mediciones y exámenes específicos.
La inducción del
vómito en la bulimia puede provocar agrandamiento de las glándulas salivales,
alcalosis metabólica, pancreatitis, hematemesis, esofagitis, hemorragia
digestiva e hipopotasemia, las cuales pueden causar un ataque cardiaco. El
abuso de conductas purgativas puede provocar desequilibrios hidroelectrolíticos
de gravedad.
En el caso de las
mujeres, la amenorrea -en la anorexia- y las irregularidades menstruales -en la
bulimia- son síntomas importantes y resultan útiles para establecer un
diagnóstico diferencial. En el caso de los hombres se presenta disminución del
interés sexual, de los niveles de testosterona y anormalidades testiculares. En
ambos padecimientos se presentan síntomas gastrointestinales como dolores e
inflamación abdominal, fuertes cólicos, constipación y diarreas.
¿Cómo atender
los trastornos alimenticios?
No basta una labor de
equipo multidisciplinaria, requiere de un tratamiento interdisciplinario, esto
es, que profesionales de distintas disciplinas diseñen y establezcan mecanismos
de intercambio profesional constantes y permanentes que permitan el trabajo
conjunto más allá de las esferas de acción de cada quien. A su vez, la
comunicación debe extenderse a cada paciente y a su familia.
¿Qué exámenes
deben realizarse?
-Entrevista
psicológica.
-Mediciones de peso y
estatura de acuerdo con la edad y el sexo del paciente.
-Peso relativo, massa corporal, reservas grassas.
-Proteinograma
electroforético.
-Valoración del
estado nutricio y de reservas grasas.
-Biometría hemática.
-Perfil hormonal y
valoración ginecológica.
-Mediciones de presión
arterial y pulso.
-Examen
cardiovascular y electrocardiograma.
-Hepatograma, perfil
hepático y tiroideo.
-Examen general de
orina.
-Glucemia, uremia,
colesterolemia.
-Calcemia,
fosforemia, magnesemia.
-Tomografía
computarizada.
-Eritrosedimentación.
-Ionograma: en busca
de hipokalemia y alcalosis metabólica hipoclorémica, en vomitadores.