domingo, 20 de noviembre de 2016

anorexia y bulimia

Anorexia

La anorexia  es un desorden alimenticio y psicológico a la vez. Esta condición va más allá del control del peso: el enfermo inicia un régimen alimenticio para perder peso hasta que esto se convierte en un símbolo de poder y control. Hoy en día, se registran 4 casos de anorexia por cada mil personas.
Las características esenciales de este trastorno son la distorsión de la imagen corporal, sin reconocer el progreso de la delgadez y el sentimiento general de ineficacia personal. La gente le dice que está muy flaca y a ella le encanta oírlo. Le gusta animarse a seguir perdiendo más peso aún. Comienza a desarrollar hábitos alimentarios particulares y rígidos: sólo come determinados alimentos en determinadas cantidades, parte la comida en pequeños trozos y la separa... Aunque tenga hambre es tal el miedo a dejarse llevar que siente la necesidad de mitigar sus efectos y evitar el aumento de peso bebiendo mucha agua, utilizando laxantes o vómitos o realizando una actividad física exagerada. La inanición vuelve al organismo mucho más vulnerable a infecciones, problemas gastrointestinales o hipotermia. Se pierde la menstruación, el pelo se cae, la piel se seca y pierde color. A nivel psicológico aparecen síntomas de depresión, cambios de carácter y distorsión en la imagen corporal.

Tipos de anorexia 
Anorexia nerviosa restrictiva
Se trata de un cuadro clínico donde los pacientes logran un bajo peso a través de dietas muy restrictivas, ayuno muy prolongado, y abundante ejercicio de intensidad elevada. Estos pacientes no recurren a atracones compulsivos y purgas posteriores.
Anorexia nerviosa purgativa/compulsiva
Son pacientes que recurren de forma puntual o sistemática a atracones o purgas (vómitos, laxantes, diuréticos…). Existe un subgrupo que no presenta atracones pero sí recurren a la purga de forma sistemática. Debido a la pérdida del control de los impulsos propio de este grupo, estos sujetos son más susceptibles de padecer una mayor variabilidad emocional, así como de sucumbir al consumo de sustancias adictivas (alcohol, tabaco, etcétera). 

Causas 
Actualmente no existe una causa única para la anorexia, aunque las investigaciones han arrojado ciertas pistas en el campo médico y psicológico. Al igual que en la bulimia, las causas de la anorexia son múltiples y difíciles de valorar. Todas ellas, tantos las individuales como las familiares, sociales y culturales, deben tenerse en cuenta de cara a un tratamiento. Señalan dos fases en el tratamiento de este problema: como primer paso debe recuperarse el peso a través de una realimentación controlada médicamente. La recuperación física trae consigo una mejora en algunos aspectos psicológicos como la percepción de la imagen corporal o la obsesión por el peso. Una vez que el estado físico ha mejorado, el tratamiento se centra en los pensamientos, sentimientos y conductas que resultan poco adaptativos. Se trata de mejorar la autoestima y de estimular nuevas formas de expresar sentimientos y valorarse a sí mismo, reconciliando a la persona con su cuerpo y sus necesidades.

Síntomas
Las anoréxicas usan frecuentemente ropas grandes para ocultar su extrema delgadez. Los síntomas son:
·         Depresión. Se las ve retraídas y su máxima preocupación gira en torno a la comida.
·         Extrema dependencia a pautas impuestas por otros.
·         Exceso de amor a su propio cuerpo haciéndolas olvidar el amor a la vida de relación llevándolas al aislamiento.
·         La autoestima pasa por la balanza.
·         Insomnio e hiperactividad.
·         Cese de la menstruación o postergación de su iniciación.
·         Piel seca y fría, con vello en brazos, cara y espalda.
·         Distorsión de la imagen corporal: se ven gordas frente al espejo y se sienten gordas.
·         Extremada rigidez en su rutina de ejercicios.
·         Estrictas reglas de alimentación como no tomar líquidos o no comer sin haber hecho ejercicios antes.
·         Lento desarrollo físico y social.

Factores
Cambios sociales.
u  La cultura de la delgadez.
La delgadez se ha convertido en la tarjeta de visita de todos aquellos hombres y mujeres que desean triunfar social y profesionalmente. Los mensajes que hacen referencia a la imagen corporal son omnipresentes y con ellos se transmite la idea de que estar delgado es el medio para obtener la felicidad y el éxito.
u  Pérdida de hábitos alimenticios.
La ausencia de una persona que se responsabilice de los horarios de comida (un papel tradicionalmente atribuido a la madre) ha facilitado que muchos adolescentes que empezaban su tonteo con la dieta escaparan al control familiar y acabaran transformando una alimentación irregular en una enfermedad grave.

Diagnóstico
La anorexia  es un desorden difícil de diagnosticar debido a que el paciente esconde y niega su condición de enfermo. Rara vez el individuo anoréxico buscará ayuda pues la pérdida de peso en sí no es vista como un problema. El diagnóstico actual se realiza solamente cuando aparecen otras complicaciones médicas como la amenorrea o problemas gástricos y se basa en cuatro criterios básicos:
la negación del individuo a mantener el peso del cuerpo cercano a su ideal, según su estatura y edad.
Un miedo intenso a engordar, aunque el peso sea inferior a lo normal.
La auto percepción se distorsiona y el individuo no reconoce o asume la extrema pérdida de peso.
Finalmente, en mujeres que ya tienen su ciclo menstrual, existe una alta probabilidad de amenorrea (suspensión de la menstruación).

 Tratamiento
El tratamiento va mucho más allá de la recuperación del peso perdido. Paralelamente a una alimentación nutritiva, el individuo deberá someterse a una terapia psiquiátrica. Esto implica que el tratamiento puede ser guiado tanto por un médico clínico, como por un psicólogo. En los casos más extremos, el paciente deberá ser hospitalizado.

Cuando se sospeche o sepa que una persona tiene una anorexia , debe hacer que consulte lo antes posible con su médico de cabecera para que éste le remita a un médico psiquiatra experto o especializado en esta enfermedad. O acudir directamente a un psiquiatra de estas características.

Bulimia


 La palabra bulimia significa hambre de buey y procede del griego boulimos (bous: buey; limos: hambre). Para las personas con bulimia, que afecta diez veces más a las mujeres que a los hombres, la comida es una adicción placentera y autodestructiva.
 Es un desorden alimenticio. Esta enfermedad se caracteriza por episodios secretos de excesiva ingestión de alimentos, seguidos por métodos inapropiados para controlar el peso como el vómito autoinducido, el abuso de laxantes o diuréticos y la realización de ejercicios demasiado exigentes para el cuerpo.

Tipos de bulimia
Hay dos tipos de bulimia nerviosa:
·         Tipo purgativo. Durante el episodio de bulimia nerviosa, el enfermo se provoca el vómito con regularidad o abusa de laxantes, diuréticos o enemas.
·         
Tipo no purgativo. En este caso, para controlar el peso utilizan como mecanismos compensadores el ayuno y el ejercicio excesivo durante los días siguientes al atracón, pero regularmente no hay vómitos autoinducidos, abuso de laxantes, diuréticos o enemas.

Síntomas 
Los bulímicos se atracan y vomitan desde una vez por semana a cinco veces por día. Hay otros síntomas observables:
§ Constante preocupación por la comida.
§ Miedo extremo a aumentar de peso.
§ Distorsión de la imagen corporal; se ven gordas frente al espejo y se sienten gordas.
§ Piel seca y pelo quebradizo.
§ Glándulas inflamadas debajo de la mandíbula como consecuencia de los vómitos, que hace aparecer la cara como más gorda.
§ Depresión y cambios de ánimo.
§ Fatiga y sudoración fría debido al rápido cambio de nivel de azúcar en la sangre.
§ Acuden al baño enseguida después de ingerir alimentos.
§ Vómitos autoprovocados, uso de laxantes y diuréticos.
§ Rupturas vasculares en la cara o bajo los ojos, pierda de piezas dentales, irritación general del aparato digestivo.

Factores predisponentes o de riesgo.
Individuales. Se trata de factores genéticos, biológicos y de personalidad. Afectan más al sexo femenino y se ha observado que entre los familiares en primer grado de las bulímicas existen otras pacientes bulímicas, por lo que se cree que hay un componente genético.
Familiares. Suelen ser familias conflictivas y desorganizadas. En las madres de personas con bulimia se ha observado una mayor insatisfacción con la propia imagen, e incluso con la de sus hijos, siendo ellas mismas aficionadas a las dietas.
Socioculturales. Los modelos de imagen a imitar, la figura y la esbeltez como valor en sí actuarán por un mecanismo similar al de la anorexia.

Causas
Al igual que la anorexia, no se ha logrado descubrir una causa orgánica definitiva para la bulimia. Su proceso de gestación comienza cuando existe algún grado de insatisfacción con la apariencia del cuerpo. En este caso, el individuo siempre se considerará con exceso de peso, aunque la realidad sea otra. Así, comenzará a hacer dieta y, viendo que la imagen en el espejo no cambia, la dieta se intensificará hasta llegar a las prácticas bulímicas.

Consecuencias de la bulimia 
Digestivas. Son las más frecuentes, entre las que destacan úlceras en el esófago, por el paso del contenido del estómago a la boca; aumento del tamaño de las glándulas salivares; dilatación del estómago o rotura, ya sea por la ingesta masiva o por el esfuerzo al vomitar; pérdida significativa del esmalte dental y aparición de caries dentales.
Alteraciones cardiovasculares. Alteraciones del ritmo cardíaco secundarias al déficit en potasio a causa de las conductas purgativas, ya sean los vómitos o el abuso de laxantes, que pueden ocasionar la muerte.
Alteraciones neurológicas. Se produce una atrofia del cerebro y pueden tener crisis convulsivas (epilépticas).
Alteraciones hormonales. Es posible que tengan los 
ciclos menstruales normales, aunque lo habitual es que presenten irregularidades menstruales o amenorrea, al igual que las anoréxicas.
Alteraciones renales. A consecuencia de los vómitos y las diarreas se producen deshidratación y alteraciones en los niveles de potasio, sodio y cloro.
Alteraciones psíquicas. La depresión aparece tanto como causa como consecuencia.

Diagnostico
A pesar de que la negación y secretismo complican el diagnóstico de la bulimia, existen cinco criterios básicos para identificar esta enfermedad:
frecuentes episodios de ingesta abusiva de alimentos. En este caso, el paciente suele comer cada dos horas una cantidad de comida superior a la que cualquier persona normal desearía.
Un sentimiento de falta de control durante este episodio o, en su defecto, la sensación de que no puede evitar la necesidad de comer.
Además de la comida desmesurada, existe un comportamiento compensatorio inapropiado para evitar el aumento de peso. Esta conducta se traduce en el vómito auto-inducido, en el sobre uso de laxantes, diuréticos y enemas o en el exceso de ejercicios físicos.

Tratamiento
Los pacientes bulímicos presentan una variedad de. Los elementos básicos de un programa de tratamiento son:
  • Cuidado médico
  • Educación y apoyo
  • Planificación de un estilo de vida saludable
  • Terapia dirigida a reforzar la autoestima y resolver problemas.
  • Para posibilitar una recuperación completa, una persona con bulimia debe:
  • Participar activamente en el plan de tratamiento. 
  • Completar el programa de hospitalización cuando sea necesario. 
  • Funcionar independientemente en las actividades cotidianas. 
  • Asistir regularmente a la psicoterapia individual, de grupo y/o familiar. 
  • Visitar a su internista regularmente para proteger su salud física. 
  • Demostrar aptitudes eficaces de hacer frente a las cosas. 
  • Pedir la asistencia cuando sea necesario. 
  • Ser honesto(a) con su terapeuta e internista

¿Por qué se ha disparado el número de casos?

Han bastado diez años para que las cifras sobre incidencia de anorexia y bulimia en nuestro país se equiparen a las del resto de los países europeos, convirtiéndose así en la tercera enfermedad (la primera es el asma, y la segunda la obesidad) más frecuente entre los adolescentes. Ahora, aproximadamente, una de cada 100 adolescentes de entre 14 y 18 años cae en las garras de la anorexia, mientras que un 2,4% desarrolla bulimia.

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